Los dioses se llevaron el alma de mi computadora, alegaron que estaba atrasado en los pagos de mi deuda y que pronto me enlistarían en el Buro de Crédito Mágico-Místico-Espiritual. Todo por pedir demasiado, pero vieran que valió la pena. ¡Uf!
La imagen de acá arriba fue lograda gracias a Paint. ¿Se acuerdan cuando aprendieron a dibujar en Paint? Yo me acuerdo (y no digan que no les interesa leer mi historia, sé que mienten).
Mi primera máquina que no tenía disco duro y solo podía usar QBasic para hacer dibujitos de este estilo:
*
* *
* * *
* * * *
* * * * *
* * * * * *
* *
* *
* * * * * * * * *
PRINT "Odio Navidá"
Después, mi hermana consiguió un disco duro (propiedad del PRI, que una de sus empleadas tuvo a bien llevarse junto con los lapices y la engrapadora cuando la despidieron) y lo instalamos en aquel cacharro. Fue entonces cuando conocí Windows 3.1 y Paint. Dibujaba letras, palabras rimbombantes como "asfixia" o "paupérrimo" o "isomorfo". Las palabras eran lo mío, cuando trataba de hacer algún gato o cualquier otra figura todo terminaba pareciendo una papa asada.
Mucho tiempo después descubrí Internet, con miles de imagenes disponibles para editar (yo no sabía del copyright, ni nada de eso). Hice una página, y la rellené con imágenes que construí con Paint y otro programita que no recuerdo su nombre. Desde entonces no puedo separarme de estos aparatos (así como cuando uno no quiere despegarse de los labios de esa persona especial, y no importa cuantos besos le propines, siempre sientes que necesitas besarla más, acariciarla más, y mostrarle todo lo sucio que hay en ti).
Ahora los aguzados comprenderán mi alegría y mi tristeza.