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    domingo, abril 13

    Me pone de malas

    Fotografía: Orfield Photography

    Intento #2



       Me purga -¡pero me encabrona de veras!- que me digan que desperdicio mi vida. ¡Chingá! Si hacer lo que quiero [¡aunque no sepa ni qué putas quiero!] es desperdiciar mi vida, pues sí: ¡Me encanta desperdiciar mi pendeja vida! ¡Chingada madre!

    jueves, enero 31

    ...como una lombriz

    ¿Tengo que decir algo más?



       No, no es retórica la pregunta.
       Ya saben que voy a hablar de más, como siempre en este bló.

       Me arrepiento un poco de haberla ficcionalizado, en verdad es más de lo que imaginé. Por un largo rato me quede callado mientras me hablaba de cine. Luego, como para disimular mi ignorancia, le tiré la cerveza encima. Es un pecado tirar el alcohol, lo sé, pero no hubo salida, mi cara de idiota se agudizaba cada vez que surgía de sus labios un dato interesantísimo. Me disculpé mil veces, intentando cambiar el tema de la conversación, pero ella insistía en que no tenía importancia, y que el cine esto, y estotro. No, en serio, lo siento, le repetía, ella amable sonreía, y continuaba. Era un callejón con una sola salida: me tire la cerveza encima. ¡Ay, soy todo un briago! Voy al sanitario a limpiarme, le dije y corrí. Al regreso, sus ojitos llenos de alegría, sus labios rebosantes de palabras que desconozco, me hicieron preguntar: ¿Ya no hay cigarros? ¡Uy, voy por más! Soy taaan amable y comedido.

       -Me da unos Marlboro, por favor.- ¡Pero qué haces!, me pregunté a mí mismo. ¡Aborreces los Marlboro! Lo sé, me respondí, pero a ella le gustan. ¡Y eso qué! A ella le gustan, insistí.

       -Son veinticinco pesos- de menos son más baratos me dije.

       A mi regreso me preguntó la hora. Me dijo que era más tarde de lo que pensaba, que el tiempo se le había ido volando. ¿Qué dicen, fue un halago? Y sí lo fue, ¿lo fue para ella o para mí? Cómo sea, mi corazoncito latió, leve y avergonzadamente, tras lo cual hubo un silencio lleno de tensión. Mi corazón late tan raras veces que la madre naturaleza se aterra cada vez que sucede, los pajaritos en sus nidos tiemblan y sus picos resuenan como castañuelas.

       La próxima semana nos tomamos un vodkita, me lo prometió.

    viernes, enero 25

    Caras vemos


       Quiero que me tome confianza, que se sienta seguro en mi compañía. Quiero que duerma tranquilo, a pierna suelta, a ronquido abierto. Que tenga la certeza de que no le tocaré ni la sombra, que no anhelo su aliento, que nada más palabras hay entre los dos. Quiero que me confunda con su hogar, que de un momento a otro, sin que él sospeche malicia alguna, mi nombre sea sinónimo de refugio, lo más próximo a un Edén.

       Así, cuando lo haya engatusado con mis cortesías, cuando no quepa en él ni la más leve angustia, ese día me levantaré de la cama poco antes del alba, caminaré a la cocina, con cautela tomaré un cuchillo bien afilado, y regresaré hasta la habitación. De súbito, le voy a agarrar el pito y de un tajo se lo amputaré. Tal vez lo desuelle luego, aun cuando me apenaría mucho mancillar las prístinas sábanas del hotel. Mas quisiera bañarme con su sangre y sufrimiento, tal vez así se de cuenta de cuanto le...


    -¿Y cuanto te debo por la noche?- interrumpió él.

    -Después hacemos cuentas.- Le contestó ella mientras se ponía rubor sobre su pálida y soñadora faz.


    Fotografía: FlorenceMarvellous