jueves, febrero 7

    ¡Te estaré leyendo!

    Imagen: *мιlαҺ

       Esa fue la amenaza que recibí el otro día. Aun tengo miedo, más bien angustia. ¿Que tal si escribo algo ofensivo y se ofende mi amenazador(a)? Que tal que nunca más me vuelve a amenazar, uno sabe bien que para ser un reconocido bloguero hay que tener un enemigo, alguien que nos miente madres en los comentarios, o de menos, algún fanático que trate de convencernos, ofendernos o asesinarnos (acá ya había conseguido un par de estos.)

       Como fuese, espero siga por ahí vigilandome. [¡Hola Ojito fisgón!] De verdad agradezco su visita. Porque usted querido postlector, muy a mi pesar, no tiene los poderes sobrenaturales, o las palabras mágicas (¡chin pum pan tortillas papas!), que logran que suceda lo insospechado. A ver, les explico.

       Hace un par de semanas, el Maestro Teen mencionó que era un desacierto del canal cinco no transmitir cierto programa (aludido gráficamente en este post). ¿Qué creen que pasó? A la semana siguiente programaron la retransmisión de susodicha serie de televisión. ¿Coincidencia? No lo creo. Seguramente alguién influyente lo leyó.



    No me atrevo a decir nombres.



       Así que espero fervorosamente, que no únicamente mis enemigos, y mis amigos, y ustedes ávidos postlectores, me lean (lo cual, por otra parte, agradezco mucho que lo hagan, pero éste no es un post para halagarlos, otro día me desvivo en lisonjas para ustedes), sino que tengo la seguridad de que alguien importante está hurtándome las pocas y torpes sugerencias que hago al mundo.

       No se preocupe amable Ojo fisgón, siga, siga robando cuanto le plasca, juro que no reclamaré más que el derecho de poder decir a mis amigos y familiares ¡Hey, yo ideé eso, no ellos! ¡Malditos!

       Por un rato recibiré mimos y apapachos, igual que un niño al cual un bravucón le ha quitado la torta. Con toda esa clase de pequeñas atenciones soy taaan feliz, que no pido más

       Pero no se sienta mal querido postlector, usted goza de una virtud excelsa entre todas las dignidades humanas, a saber: la de inflamar mi incipiente vanidad. ¡Las midiclorias los guarden en su gloria por esto!

    Imagen: sean grobe


    [Por cierto, uno de los incidentes de la semana pasada fue documentado por Defeña salerosa aquí, y por el universal acá. Y no, no era de la tercera edad.]

    4 comentarios:

    Anónimo dijo...

    Ahh gracias por la mención tan honorífica en este post. Espero que su fisgón siga acechándo su blog.

    Por cierto, no he encontrado una imagen para poner como link en mi blog, ya sabe que la gente que visita mi blog prefiere los dibujitos a las meras letras (al menos para los links).

    Ed dijo...

    q diablos pasa?? cuando los cadaveres se volvieron tan famosos que estan en el bloger de todos?

    Violette dijo...

    aguas, no te vayan a 'descubrir' jajaja.

    Saludos don.

    Defeña Salerosa dijo...

    qué cosa más extraña!
    encontraste el posto del accidente en el metrobús...

    sólo pasa en la blogsfera!

    Es horrible cuando piensas en algo y después descubres que a alguien más se le ocurrió...Es como un despojo virtual