martes, julio 8

    Transmitiendo desde Oz

    Julio

    LuMaMieJue VieDo

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    Fotografía: cuppa tea


       Oz no es un país muy diferente, dudo incluso que sea un país. Hasta hoy solo he visto personas, si bien algo extrañas, aun no he visto ningún espantapájaros. El viaje fue algo turbulento, pero me dicen que siempre es así. Francamente, tenía un gran temor acerca del viaje aéreo. ¿No sería más seguro un bús?, sugerí en la agencia. No, no hay modo de llegar a Oz por carretera, me aseguraron. Y ¿cuento con seguro de viajero?, pregunté. Por supuesto, nuestro seguro cubre todo, a menos que usted sea una bruja, en ese caso... No, para nada, de bruja no tengo ni las verrugas, les aclaré.

       Aquí en Oz nuestra moneda es conocida como Mécsican Dolar, cosa curiosa. Tuve que cambiar mis billetitos que orgullosamente portan la efigie de Cuauhtemoc por otros color verde esmeralda que tienen un holograma del Gran Mago. Toda esta transacción solo para darme cuenta que aquí como allá, y en cualquier otro lado, el dinero vale lo mismo: nada. Bueno, quizá exagero.

       Luego del aterrizaje, abordé un carruaje e indiqué mi destino. ¿Al palacio, está seguro?, arremetió sobresaltado el chófer. Sin duda alguna, es allá donde está mi destino, por extraño que parezca, le expliqué, sé que está allá aun cuando no sepa cuál sea éste. Usted habla un dialecto muy extraño, concluyó sobre mí. Tras varios minutos e incontables giros (pues aquí, como en todo estado civilizado, se llega al lugar deseado por un trayecto espiral), se detuvo, descargó mi equipaje y me cobró. No quise parecer un vulgar turista, pagué y esperé hasta que se marchara para comenzar a preguntar a los lugareños dónde estaba el Palacio Esmeralda, ya que el sujetillo aquel me había dejado a las puertas del Palacio Marrón.

       Todos fueron muy amables explicándome como llegar al Palacio Esmeralda, aunque dudo que recordaran realmente dónde se encontraba, pues cada nueva consulta contradecía las anteriores. Que si a la izquierda, que a la derecha, que por allá donde se mete el sol, que cerca de ese cerro, de aquel otro. Cansado de indicaciones tan divergentes me trepé en otro carruaje: ¿adónde lo llevo? En espiral, cuadra por cuadra hasta que se acabe la ciudad, señalé claramente. No podía fallar, según recordaba, la ciudad estaba amurallada en sus límites.

       El primer recorrido de cualquier lugar es casi profético: te revela los detalles que conocerás, y oculta los que siempre permanecerán para ti en la oscuridad. Con todo, resulta imposible saber esto salvo excepción de ser una bruja o un profeta. Así miré el alameda central, el riachuelo muerto, el cafetín de oriente y, para suerte mía, el Palacio Esmeralda, que era más bien de un color verde mohoso.

       Mi recibimiento pasó sin abucheos ni fanfarrias, si bien me esperaban, mi visita era una más entre tantas, solo a mí me causaba exaltación. Firmé el libro de visitantes, y entonces noté que hacían apenas cinco minutos que había arribado Dorothea: mi corazón se paró -sí, ya sé que exagero. Uno de los mozos me ayudó a cargar mi maletón hasta la habitación asignada. Al pasar frente a la puerta del cuarto contiguo escuché los arañazos de un pequeño cachorro sobre la puerta: creo que estoy a una pared de la gloria.

    4 comentarios:

    flotante dijo...
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.
    Greis dijo...

    Muero por unas botitas como las del calendario, creo que tenía unas así cuando niña.. jijiji...

    lo del mecsina dolar me hizo recordar que en Monterrey me dieron un billete de un dolar, no lo cambie y que en el df eso no vale.. grrrr..

    Vigilante dijo...

    "Tuitereando, modificando el bló y escuchando al Tego... [e intentando hacer funcionar el SMS]"

    Desde cuando?, no quiero saber cuando empezo a tener twitter, sino, a escuchar al Tego?

    De seguro fue despues de conocer a Calle 13, se que es la onda, pero creo que lo podemos perder y que se convierta en un reggaetonero.
    Recuerda a Kaposi?
    La propuesta politica:
    prohibido perrear en esta zona
    Por un mundo sin reggaeton


    NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!

    Ed dijo...

    jajajajaja a una pared de la gloria.... cuantas veces he dicho lo mismo?