lunes, junio 30

    Muero de nervios

    Fotografía: André di Lucca


    ¡Tengo nervios!


    [Sí, ya sé, todos tenemos nervios, fisiológicamente hablando.]

    ¡Estoy bien nervioso!


    [Está bien, todos estamos llenos de nervios, también.]

    ¡Me hallo completamente enervado!


    [No, no ingerí nada "ilegal", aunque quisiera.]


    Me encuentro inquieto, ansioso, angustiado pues, pero de esa angustia buena, de la bonita, de la aventurera, de la locuaz.

    ¿Qué más?

    Todo gira, como un torbellino, y uno está trepado en él, porque -obvio- uno quiere viajar a Oz, ¿usted, no?


    Porque la lección que aprenderemos -si uno está sugestionado para ello- será que lo importante no es el camino, ni llegar hasta el final, ni la amistad, ni la verdad, sino, simplemente: no vomitar en el avión.

    Y, ¿si el avión se cae?

    Se cae, se cae, se cae
    .
    .
    .

    ¡Ploc!


    [No olviden volver a este su bló amigo, cuando mis angustias, o las suyas, hayan pasado.]
       

    2 comentarios:

    Greis dijo...

    que emoción!!!

    depasonico dijo...

    las estadísticas indican que es mas fácil morir en un accidente de auto que uno de avión, usted solo disfrute tsssss el viaje !
    feliz vuelo a donde quiera que el viento t transporte.